El documento narra la historia de un hombre que se levantó con pereza para ir a trabajar. En el camino, se detuvo en un semáforo donde vio a un malabarista sin piernas y brazo que recaudaba dinero para su hermano paralítico y pintor. Esto le hizo darse cuenta de que se quejaba por cosas pequeñas y desde entonces aprendió a ser agradecido con lo que tiene.