Que las nuevas tecnologías han cambiado el panorama empresarial es indudable, pero lo que no imaginábamos era hasta que punto habían transformado también todo el mundo profesional. Ahora los ordenadores de los departamentos de Recursos Humanos se llenan de neologismos, nombres técnicos y denominaciones imposibles para atender a los nuevos perfiles que están surgiendo al hilo de las transformación vertiginosa que aportan las TIC a las compañías.