La energía, especialmente la energía eléctrica, es importante en la vida cotidiana porque impulsa la actividad industrial y doméstica, y trae bienestar a los seres humanos. Sin energía eléctrica, las máquinas no funcionarían en las empresas e industrias y las tareas domésticas serían más difíciles. La energía en sus distintas formas nos beneficia a través de actividades como la iluminación y el uso de electrodomésticos, y es importante conservarla para el mejor funcionamiento de nuestras vidas y actividades.