1. ¿A Dónde La Llevó El Sufrimiento?
¿Quién lo diría? Una persona tan segura, o por lo
menos eso crean los que la rodeaban, jamás nadie se
habría imaginado el gran dolor que impregnaba su
alma y su corazón, pero ¿Era tan grande ese dolor y
sufrimiento para llevarla hasta ese punto? Nadie lo
supo, pues su sonrisa y su constante “alegría” darían a
comprender que estaba de maravilla,
¿Quién habrá sido el o la culpable? Nadie sabría ni
podría decirlo solo hasta que se descubrió aquella
carta.
Era ese constante pensamiento que merodeaba por su
cabeza todos los días, pero ¿Por qué no nunca lo dijo?
Seria tal vez por miedo a que su “felicidad” se
convirtiera solo en tristeza y compasión, porque ¿A
quién le gusta la compasión?
¿Estaríamos dispuestos a contar nuestros miedos,
sufrimientos y temores para que nos tuvieran
compasión? Quizá esa respuesta fue la culpable de
haberla llevado a donde se encuentra en estos
momentos: La tumba.
Nómada del Corazón