Las familias enfrentan el desafío de mantener ocupados a sus hijos durante los meses de verano cuando no hay clases. Con menos estructura en su día a día, los niños necesitan actividades significativas para aprender y divertirse mientras sus padres trabajan. Planificar adelantado y aprovechar recursos comunitarios como bibliotecas y parques puede ayudar a las familias a navegar este período y crear recuerdos positivos.