Este estudio analiza la relación entre las áreas de mayor concentración de trabajo en un escritorio y la simplicidad visual de los objetos en esas áreas. Los objetos más cercanos al área central de trabajo tienden a ser más simples y funcionales, lo que facilita la interacción con el usuario. Aquellos objetos más alejados del centro son usados con menos frecuencia y son más específicos en su función. Los objetos con poca interacción se encuentran en las áreas periféricas y son elementos secundarios o de almacenamiento.