Este documento presenta dos principios éticos fundamentales: la dignidad y el amor. En cuanto a la dignidad, explica que toda persona tiene valor intrínseco y derecho a satisfacer sus necesidades económicas, sociales y culturales. Se deben rechazar prácticas como el aborto o la eutanasia que atentan contra la dignidad humana. En cuanto al amor, señala que toda persona necesita dar y recibir amor de forma desinteresada, y cita mandamientos bíblicos como "amar al prójimo como a ti mismo".