2. Son un grupo de dolencias infecciosas, causadas por
diferentes tipos de microbios, cuyo denominador común
es que se contagian preferentemente durante las
relaciones sexuales. Algunas, como la hepatitis B y el
Sida, se transmiten también a través de la sangre. Una
gran parte de estas enfermedades se centran en los
genitales de ambos sexos. Pero, en algunos casos,
también pueden verse afectados otros órganos o zonas,
como el hígado, el intestino, las articulaciones, el sistema
inmunológico, etc.
3. Se contagian durante las relaciones sexuales sin
protección ya sea por virus, bacterias, hongos o otros
gérmenes microscópicos. Aunque la mayoría tienen
tratamiento, algunas de ellas, como las producidas por
virus, nunca curan de manera definitiva, sino que el agente
causal permanece en estado latente, sin manifestarse,
dentro del organismo al que ha infectado, pudiendo
reaparecer cíclicamente. Este tipo de relación entre el
organismo y el agente infeccioso facilita la transmisión de
éste, es decir, su infectividad.
.
4. Teniendo contacto sexual sin protección con personas
infectadas.
Recibiendo transfusiones de sangre no segura o no
certificada.
Usando agujas contaminadas de personas infectadas.
A través de la placenta, se puede contagiar al bebé de
estas enfermedades.
A través de la lactancia materna de una madre
enferma de sida.
Con la salida de un líquido pre seminal, antes de la
eyaculación masculina.
Se pueden contagiar a través de un pequeño rose o
tocamiento de los genitales.
5. Para evitar el contagio de las enfermedades de
transmisión sexual, es fundamental conocer su
existencia, practicar sexo seguro, utilizar métodos
anticonceptivos que protejan del contagio, y conocer sus
síntomas, para solicitar cuanto antes tratamiento
sanitario.