Argentina es vista como fantástica pero con intenciones decepcionantes. El autor argumenta que los argentinos quieren ser el centro de poder en Sudamérica y establecer el comunismo, como se ve en su influencia sobre Bolivia. Manipularon las elecciones bolivianas para imponer a Arce. La división cultural y destrucción de la identidad nacional son ideales para destruir una nación. Los argentinos tienen más poder e influencia de lo que parece a través de las universidades. Solo la identidad de Santa Cruz puede oponerse a esta influencia.