Este documento describe las tres fases del juego patológico: la fase de ganancias, donde el jugador se siente optimista por sus pocas ganancias; la fase de pérdidas, donde apuesta más dinero y con más frecuencia, endeudándose y distanciándose de otros; y la fase de desesperación, donde los problemas financieros son graves y el jugador puede recurrir a actos delictivos no violentos, abuso de sustancias, prostitución o suicidio.