El haragán invita a la Muerte a entrar a su casa cuando ésta va a visitarlo, pensando que no era su hora de morir. Sin embargo, cuando la Muerte le dice que parece enfermo y que debería irse con ella, el haragán se asusta tanto que salta de la cama para demostrar que está sano, pero el esfuerzo repentino es demasiado para su cuerpo débil y su corazón falla, llevándoselo la Muerte.