Un hombre bondadoso falleció y fue enviado por error al Infierno en lugar del Cielo. Sin embargo, su amor y compasión transformaron el Infierno, haciendo que sus habitantes se sintieran felices y unidos. El demonio Lucifer se quejó con San Pedro, pidiendo que el hombre regresara al Cielo para que el Infierno volviera a la normalidad. La historia enseña que el amor puede triunfar sobre cualquier problema y que es más importante vivir con compasión que dejar que los problemas nos amarguen.