La generación 3.5G permite la transferencia de voz y datos, así como datos no relacionados con la voz. Es una evolución previa a la 4G que usa tecnologías más allá del 3.5G para mejorar el rendimiento y una migración sin problemas. Ofrece mayor seguridad que las redes 2G, pero los proveedores y usuarios debaten problemas como las costosas licencias, deudas de las compañías, falta de apoyo y cobertura, y precios altos de los servicios.