La península balcánica y las islas del mar Egeo presentaban condicionamientos geográficos y climáticos mediterráneos que influyeron en las polis griegas. El relieve montañoso y las costas recortadas aislaron a las poblaciones y favorecieron el desarrollo de la agricultura de secano, la pesca y el comercio marítimo. Estas condiciones propiciaron el surgimiento de culturas diversas bajo influencias del Egipto, Oriente y otros pueblos del Mediterrá