Existen diferentes estilos de aprendizaje que afectan cómo los individuos procesan la información, incluyendo factores afectivos, cognitivos y fisiológicos. Los estilos incluyen divergente (activo), asimilado (pragmático), y convergente (teórico), los cuales se basan en cómo las personas se involucran con sus intereses, experiencias y métodos de aprendizaje.