Caperucita Roja lleva pasteles a su abuela a través del bosque. En el camino se encuentra con un lobo que se adelanta a la casa de la abuela. El lobo devora a la abuela y la espera disfrazado en la cama. Cuando Caperucita Roja llega, el lobo intenta comérsela también. Un cazador que sospechaba del lobo llega justo a tiempo y rescata a Caperucita Roja.

1. H<br />abía una vez un niña muy bonita y su madre le avía echo una capa roja y la muchachita la llevaba tan amenudeo que todo el mundo le desea caperucita roja<br />un<br /> día su madre le pidió que le llevara unos pasteles a su abuelita pero tenía que cruzar el bosque tenebroso pero no le daba miedo porque allí siempre se encontraba con muchos amigos los pájaro, las ardillas…<br />De<br /> repente vio al lobo que era enorme delante de ella.<br />-¿adónde vas, niña? Le pregunto el lobo9 con su vos ronca<br />-a casa de mi abuelita- le dijo caperucita<br />-no está lejos-pensó el lobo dándose media vuelta<br />Caperucita<br /> puso si sesta de hierba y se entretuvo cogiendo flores- el lobo se ha ido-pensó-, no tengo nada que temer. La abuela se pondrá muy contenta cuando le lleve un hermoso ramo de flores además de los pasteles.<br />Mientras tanto el lobo se fue a casa de la abuelita y llamo suavemente a la puerta y la anciana le abrió pensando que era caperucita roja. Un casado que pasaba por allí avía observado la llegada del lobo.<br />El<br /> lobo devoro a la abuelita y se puso el gorro rosada la desdichada, se metió en la cama y serró los ojos no tuvo que esperar mucho, pues caperucita roja llego enseguida, toda contenta<br />La niña se acerco a la cama y vio que estaba muy cambiada <br />-abuelita abuelita. ¡Qué ojos más grandes tienes!<br />-son para verte mejor<br />-abuelita abuelita ¡Que orejas mas grandes tienes!<br />-son para oírte mejor<br />-abuelita abuelita ¡que dientes mas grandes tienes!<br /> Son para… para comerte mejooor…-i diciendo esto el lobo malvado se abalanzo sobre la niñita y la devoro lo mismo que avía hecho con la abuelita<br />Mientras<br /> tanto, el cazador se avía quedado preocupado y creyendo adivinar las malas intenciones del lobo, decidido a echar un vistazo ver si todo iba bien en la casa de la abuelita. Pidió ayuda un segador y los dos juntos llegaron al lugar vieron la puerta de la casa abierta.<br />Y al lobo rumbando en la cama dormido de tan harto<br />