La honestidad se define como actuar siempre con base en la verdad y la justicia, dando a cada quien lo que le corresponde. Ser deshonesto trae consecuencias negativas como vivir con miedo de ser descubierto y afectar a los demás, mientras que la honestidad garantiza confianza y seguridad. Para ser honestos se necesita asumir que hay una verdad objetiva independiente de las personas.