Este documento describe la vida amorosa de Mario Moreno Cantinflas. Comenzó su carrera como actor en la década de 1930 y se casó con Valita en 1934. La muerte de Valita en 1966 fue un duro golpe para él. Después de su muerte, intentó una relación con la actriz Irán Eory en 1969 pero no volvió a casarse. Otras mujeres que estuvieron interesadas en él fueron las actrices Miroslava Stern y Joyce Jett, aunque esta última se aprovechó de él legalmente en Estados Unidos.
Las guerras son siempre odiosas, pero las minas personales son armas tal vez más despiadadas que cualquier otra, por las muchas consecuencias que acarrean a los afectados. “Colombia sin minas” es una presentación digital pps que alude a un concierto realizado como denuncia de este problema, y destinado a recaudar fondos para en alguna medida atenuar los sufrimientos que este asunto provoca y prevenir la realización de accidentes futuros.
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Presentaciones mujeres destacadas de la historiaGuadalinfo
Presentaciones sobre mujeres famosas y destacadas de la historia, asociado al proyecto de mujeres del Centro CAPI Jereznorte en Jerez de la Frontera (Cádiz)
2. Cantinflas, inició siendo un joven actor en la
Carpa-Teatro Valentina a principios de 1930.
En 1934 contrajo nupcias con Valita.
En 1966, Valita falleció víctima del cáncer.
La muerte de su esposa fue un duro golpe, pues
quedó muy devastado.
Hasta nuestra actualidad entretiene a chicos y
grandes dejándolos con la boca abierta por el estilo
de lenguaje que utiliza.
3. Después de la muerte de Valita, Mario
Moreno no volvió a casarse, aunque en
1969 intentó formalizar una nueva relación
cuando conoció a la actriz española Irán
Eory.
4. Otra mujer que le movió el tapete fue la actriz Miroslava. La imagen de esposo
fiel de Mario fue cuestionada en algunas ocasiones, como cuando filmó ¡A volar
joven!, en 1947.
Su coprotagonista fue la guapísima actriz checa-mexicana Miroslava Stern,
quien, se dice, estuvo locamente enamorada del comediante.
5. En los últimos años de vida de Mario, llegó el último escándalo amoroso,
de lo más inverosímil. Una texana llamada Joyce Jett, quien trabajaba
para el actor en Estados Unidos, se aprovechó de una ley
estadounidense que califica de matrimonio legal a cualquier pareja que
se muestre en público.