La canción expresa la creencia de que a pesar de las tormentas y la oscuridad, la naturaleza sigue su curso y Dios escucha las oraciones y palabras de los seres humanos, dando esperanza a quienes se sienten perdidos. Cada acto de fe, como una flor creciendo o una vela encendida en la noche, demuestran que aunque no se vea, Dios está presente y atiende a quienes le buscan.