Mensaje de Navidad de Mons. Carlos Garfías Arely Carrera
La Navidad es una oportunidad de ir a lo más profundo de nuestro corazón y encontrarnos con
Dios que nace humilde y sencillo dentro de nosotros para redimir nuestra humanidad. Es una
oportunidad para hacer florecer los valores humanos y cristianos, y dejar que abran el camino a la
paz.
Mensaje de Navidad de Mons. Carlos Garfías Arely Carrera
La Navidad es una oportunidad de ir a lo más profundo de nuestro corazón y encontrarnos con
Dios que nace humilde y sencillo dentro de nosotros para redimir nuestra humanidad. Es una
oportunidad para hacer florecer los valores humanos y cristianos, y dejar que abran el camino a la
paz.
Con este subsidio se nos ofrece la posibilidad de profundizar en la oración la misericordia de Jesús en nuestros espacios cotidianos, vitales, comunitarios.
El hombre común, atado a los placeres y apegos piensa que la santidad no es posible de alcanzar; prefieren la mundanalidad a la felicidad definitiva que otros han realizado. A esto contribuye la idea de que los santos son personas martirizadas, que viven en cuevas, montañas o conventos. Que ser santo es vivir apartado, en una completa renunciación ascética y que es imprescindible renunciar a todo para poder alcanzar la santidad.
Vivir en santidad e integridad es simplemente aceptar ser santo, la verdadera santificación se ve con nuestro testimonio en la vida cotidiana, en el trabajo, en la casa, en la intimidad con los más allegados, en las conversaciones con amigos, en los estudios o simplemente caminando por las calles.
La respuesta está en decidir a quién quiero escuchar o a los dominios de mi mente, o al mandato de mi corazón. Despertar al CAMINO DE LA SANTIDAD es despertar a la voluntad de Dios que se convertirá en nuestra propia voluntad.
UN SER SANTO DIJO:” Cada uno dentro de la gran tarea de la salvación, asume una misión específica, y cada uno debe transmitir un mensaje.”
La cultivación de virtudes consiste en ir cambiando los hábitos egocéntricos y el carácter, sometiendo la mente a los mandatos del corazón de tal manera que podamos ser útiles a los demás haciendo con ello la voluntad de Dios.
La sabiduría nos llegará paulatinamente conforme renunciemos a nosotros mismos (nuestros apegos, pensamientos egoístas) por el amor al prójimo y la obediencia a Dios.
Entenderemos que la vida verdadera esta en aceptar las pruebas, mirar los obstáculos como bendiciones y realizarnos en la gratitud por las bendiciones y no en la presunción por nuestros logros. Entonces desecharemos la imposición a los demás de nuestros pensamientos, deseos o creencias, y el acaparamiento de cosas y bienes sin estimar las necesidades de mis hermanos a quienes Jesucristo llamo el prójimo.
La cultivación de virtudes consiste en ir cambiando los hábitos egocéntricos y el carácter, sometiendo la mente a los mandatos del corazón de tal manera que podamos ser útiles a los demás haciendo con ello la voluntad de Dios.
La sabiduría nos llegará paulatinamente conforme renunciemos a nosotros mismos (nuestros apegos, pensamientos egoístas) por el amor al prójimo y la obediencia a Dios.
Entenderemos que la vida verdadera esta en aceptar las pruebas, mirar los obstáculos como bendiciones y realizarnos en la gratitud por las bendiciones y no en la presunción por nuestros logros. Entonces desecharemos la imposición a los demás de nuestros pensamientos, deseos o creencias, y el acaparamiento de cosas y bienes sin estimar las necesidades de mis hermanos a quienes Jesucristo llamo el prójimo.
Confucio dijo “ Al ver una persona virtuosa y eminente de pensar imitarla,
Al ver una persona no virtuosa ni eminente, debe reflexionar.”
Por tanto debo agradecer a esa persona no virtuosa ni eminente q
Con este subsidio se nos ofrece la posibilidad de profundizar en la oración la misericordia de Jesús en nuestros espacios cotidianos, vitales, comunitarios.
El hombre común, atado a los placeres y apegos piensa que la santidad no es posible de alcanzar; prefieren la mundanalidad a la felicidad definitiva que otros han realizado. A esto contribuye la idea de que los santos son personas martirizadas, que viven en cuevas, montañas o conventos. Que ser santo es vivir apartado, en una completa renunciación ascética y que es imprescindible renunciar a todo para poder alcanzar la santidad.
Vivir en santidad e integridad es simplemente aceptar ser santo, la verdadera santificación se ve con nuestro testimonio en la vida cotidiana, en el trabajo, en la casa, en la intimidad con los más allegados, en las conversaciones con amigos, en los estudios o simplemente caminando por las calles.
La respuesta está en decidir a quién quiero escuchar o a los dominios de mi mente, o al mandato de mi corazón. Despertar al CAMINO DE LA SANTIDAD es despertar a la voluntad de Dios que se convertirá en nuestra propia voluntad.
UN SER SANTO DIJO:” Cada uno dentro de la gran tarea de la salvación, asume una misión específica, y cada uno debe transmitir un mensaje.”
La cultivación de virtudes consiste en ir cambiando los hábitos egocéntricos y el carácter, sometiendo la mente a los mandatos del corazón de tal manera que podamos ser útiles a los demás haciendo con ello la voluntad de Dios.
La sabiduría nos llegará paulatinamente conforme renunciemos a nosotros mismos (nuestros apegos, pensamientos egoístas) por el amor al prójimo y la obediencia a Dios.
Entenderemos que la vida verdadera esta en aceptar las pruebas, mirar los obstáculos como bendiciones y realizarnos en la gratitud por las bendiciones y no en la presunción por nuestros logros. Entonces desecharemos la imposición a los demás de nuestros pensamientos, deseos o creencias, y el acaparamiento de cosas y bienes sin estimar las necesidades de mis hermanos a quienes Jesucristo llamo el prójimo.
La cultivación de virtudes consiste en ir cambiando los hábitos egocéntricos y el carácter, sometiendo la mente a los mandatos del corazón de tal manera que podamos ser útiles a los demás haciendo con ello la voluntad de Dios.
La sabiduría nos llegará paulatinamente conforme renunciemos a nosotros mismos (nuestros apegos, pensamientos egoístas) por el amor al prójimo y la obediencia a Dios.
Entenderemos que la vida verdadera esta en aceptar las pruebas, mirar los obstáculos como bendiciones y realizarnos en la gratitud por las bendiciones y no en la presunción por nuestros logros. Entonces desecharemos la imposición a los demás de nuestros pensamientos, deseos o creencias, y el acaparamiento de cosas y bienes sin estimar las necesidades de mis hermanos a quienes Jesucristo llamo el prójimo.
Confucio dijo “ Al ver una persona virtuosa y eminente de pensar imitarla,
Al ver una persona no virtuosa ni eminente, debe reflexionar.”
Por tanto debo agradecer a esa persona no virtuosa ni eminente q
Hora Santa - Octubre (San Francisco de Asís)Grupo Yeshua
Formato de Hora Santa para jóvenes, con cantoral y acordes, con momentos especiales de Adoración, Meditación, Acción de gracias, Petición a Dios y Resolución.
Generado por los jóvenes del Grupo Yeshua de San Miguel Chapultepec en Ciudad de México.
Hora Santa - Noviembre (Todos los santos)Grupo Yeshua
Formato de Hora Santa para jóvenes, con cantoral y acordes, con momentos especiales de Adoración, Meditación, Acción de gracias, Petición a Dios y Resolución.
Generado por los jóvenes del Grupo Yeshua de San Miguel Chapultepec en Ciudad de México.
1. Señor, haz de mí un instrumento de Tu paz … Las imágenes cambiarán automáticamente con la canción. No hagas clic para pasar a la siguiente. Solo deja que siga sola. ♫ Enciende los parlantes. LA ORACI Ó N DE SAN FRANCISCO DE AS Í S
2. El plan de Dios al principio de la Creación fue que los seres humanos vivieran en armonía los unos con los otros, con el reino animal, con la naturaleza y con Su Creador. (Génesis 2:18-25). San Francisco con su humildad, amor, verdad, honestidad y pasión por la paz, fue un ejemplo del plan original de Dios.
3. Donde hay duda, que yo lleve la fe. Donde hay odio, que yo lleve el amor. Donde hay ofensa, que yo lleve el perdón. Donde hay discordia, que yo lleve la unión. Donde hay desespero, que yo lleve la esperanza. Donde hay error, que yo lleve la verdad. Donde hay tinieblas, que yo lleve la luz. Donde hay tristeza, que yo lleve alegría.
5. San Francisco de Asís capt ó la visión de Dios y le dio nueva vida. Así resumió la misión de la comunidad que fund ó: «Hermanos» les dijo, «hemos sido llamados para sanar las heridas, para unir a los que se han separado, y para rescatar a los que han perdido el camino.» Cuando el plan de Dios fue alterado por las fuerzas del mal, El envió a su Hijo Jesucristo a traernos Su amor, paz, y a restaurar la armonía y «… a congregar en uno a los hijos de Dios que estaban dispersos. » (Juan 11:52).
6. Oh, Maestro, que yo no busque tanto ser consolado como consolar, ser comprendido como comprender, ser amado como amar. Porque es dando que se recibe; olvidándose que se encuentra; perdonando que se alcanza el perdón; y muriendo… … que se resucita para vida eterna.
8. El ejemplo de San Francisco fue tan solo un eco del mensaje de su Señor: «Bienaventurados los pacificadores porque ellos serán llamados hijos de Dios.» ¿ Que si nosotros también tomáramos este mensaje seriamente? ¿ Que si se convirtiera en una parte integral de nuestras vidas? ¿Porqu é no luchar por la paz y la reconciliación? Cada uno de nosotros tiene la capacidad de mostrar el amor de Dios en formas sencillas, e impartir una actitud de humildad, de unidad, de paz y reconciliación para con nuestros semejantes.
9. Igual que San Francisco: «Hemos sido llamados para sanar las heridas, para unir a los que se han separado, y para rescatar a los que han perdido el camino.» Trata de ver a cada persona interiormente, mas allá de los defectos externos que a veces nos dividen. Echa una mirada profunda a su corazón y muéstrale amistad incondicional. Es una tentación el querer echar la responsabilidad a los expertos o a aquellos en posiciones de autoridad y dejar de hacer nuestra parte. Talvez nos parezca complicado o difícil de lograr, pero eso no es excusa para no esforzarnos individualmente y dar de nosotros mismos para ayudar a otros.