El documento describe el conflicto entre Irán e Irak entre 1980-1988. La guerra tuvo un enorme costo humano de más de un millón de muertos y dejó a muchos hombres lisiados. Además causó graves daños económicos a ambos países. A pesar del uso extensivo de armas químicas por parte de Irak, la comunidad internacional guardó silencio sobre este tema y la ONU nunca condenó claramente a Irak. Finalmente, la guerra terminó ante la presión internacional sin cambios territoriales.