La historia trata de una niña llamada Itzelina que quiere atrapar todos los rayos del sol para ella sola. En su camino, una ardilla, un árbol, y un gallo le piden que comparta los rayos del sol con ellos para poder realizar sus actividades diarias. Itzelina comprende que los rayos del sol son importantes para todos y que sería egoísta guardarlos solo para ella, por lo que decide dejar que el sol ilumine a todos libremente.