El documento analiza la historia de cinco personajes bíblicos (Job, José, Noemí, Ester y Pablo) que sufrieron dificultades pero desarrollaron resiliencia. A pesar de las pruebas, cada uno mantuvo su fe en Dios, aprendió lecciones valiosas y terminó en una situación mejor. El documento concluye que los creyentes pueden desarrollar resiliencia al sufrir por causa de Dios.