En un gran árbol hueco se celebraba el campeonato mundial de furmiga, el fútbol de las hormigas. Sin embargo, una pelea entre las aficiones de los equipos de hormigas negras y rojas provocó miles de heridos y la suspensión del torneo. Las hormigas sabias decidieron que cada equipo debía estar formado por hormigas de distintos tipos para evitar comparaciones y tensiones entre ellas. Esta medida permitió disfrutar del deporte sin problemas.