Los Juegos Olímpicos se originaron en la antigua Grecia como eventos religiosos y culturales dedicados a los dioses olímpicos, donde solo participaban hombres ciudadanos. En el siglo XIX, Pierre de Coubertin propuso revivir los juegos en un espíritu multideportivo y multinacional. Los primeros Juegos Olímpicos modernos se realizaron en 1896 en Atenas, Grecia, y a pesar de los obstáculos lograron ser un gran éxito internacional con amplia participación.