Kiko es un niño que siempre arrastra latas detrás de él, lo que molesta a algunas personas. Kiko se da cuenta de que hacer esto le cuesta más esfuerzo que a los demás. Un día, una persona extraordinaria ve los puntos fuertes de Kiko y le muestra su apoyo, lo que hace que Kiko se sienta mejor y pueda jugar con los demás a pesar de seguir arrastrando sus latas.