Una anciana de 81 años testifica en un juicio sobre un incidente en el que un joven se le acercó en el porche de su casa y comenzó a acariciarla. Ella no lo detuvo porque se sentía bien recibiendo atención después de años de soledad. Cuando el joven bromeó diciendo "¡Feliz Día de los Inocentes!", ella le disparó.