La abuelita de 81 años declaró en un juicio sobre un incidente donde un joven se le acercó en el porche de su casa y comenzó a acariciar sus piernas y pechos, haciéndola sentir viva y excitada por primera vez en 30 años. Cuando le pidió que la tomara, él gritó "¡Feliz Día de los Inocentes!" y fue entonces cuando ella le disparó.