Un hacker finlandés llamado Jack C. Louis descubrió una falla fundamental en los protocolos TCP/IP que podría vulnerar a toda Internet. Al intentar advertir sobre la gravedad de la falla, fue inicialmente ignorado. Poco después, murió en un incendio sospechoso en su casa. Dada la naturaleza crítica de su descubrimiento y el momento de su muerte, su deceso es considerado sospechoso y merecedor de una investigación.