2. Ni que decir tiene que esta exposición humorística del variopinto alumnado de los
Institutos ha sido nuestra intención realizarla dentro de los límites del animus
iocandi, por lo que debe descartarse de antemano cualquier connotación que
pueda suponer un animus iniuriandi por parte del autor hacia los alumnos.
Como suelo decir, cuando se se me ha preguntado por ello, si este libro en lugar
de ser una obra literaria fuese una pintura, no sería un retrato; sería una
caricatura, y como tal, sin ninguna otra connotación peyorativa hacia el
alumnado, debería entenderse por parte de todos.
Juan A. GANADARILLAS