El documento resume varios pasajes bíblicos que muestran cómo el pueblo de Israel quería ser gobernado por un rey como las otras naciones, en lugar de seguir siendo gobernados directamente por Dios. Saúl actuó de manera autocrática como rey en lugar de seguir la teocracia de Dios. Saúl también desobedeció las instrucciones de Dios de destruir a Amalec. Dios advierte que es importante obedecer sus palabras y que su pueblo debe ser diferente y reflejar su carácter, en lugar de ser como las otras