La Tierra nació hace aproximadamente 4600 millones de años a partir de una nebulosa protosolar. Realiza un movimiento de rotación al girar sobre su eje, lo que causa el cambio entre el día y la noche, y un movimiento de traslación al moverse de lugar apoyándose en su órbita alrededor del Sol, lo que produce los cambios de las estaciones a lo largo del año.