1. Pasó la cigarra el verano entero cantando sin
pensar en el invierno, sin recoger provisiones, sin
creer que pasaría todo el tiempo ayunando.
Llegaron tremendos fríos y tuvo que guardar
silencio, recogerse al abrigo de su estrecho
aposento.
Al verse sin con que comer: sin moscas, sin
gusanos y sin trigo, pasó donde su vecina y con
gran respeto le dijo:

2. ---Doña hormiga, sé que en su alacena le sobran
las provisiones. Por favor, présteme algo para
pasar el invierno. Estoy triste como nunca, y
usted sabe que yo siempre he sido alegre. Le
devolveré el doble de lo que me preste.
---Mira , para ganarme lo que tengo, tuve que
trabajar mucho. Ahora, dime: ¿qué hiciste
durante el verano?
--- Pues, verás, me la pasé cantando sin parar ni
un momento.

3. ---¿Así que mientras tú cantabas yo me quebraba
el lomo? Bien, ahora seré yo quien cante en este
invierno y tú trabajarás. ¿Qué opinas?
----¿Eso quiere decir que te niegas algo de tu
granero?
---No, no es eso exactamente, pero es que yo
trabajé sola pensando en el invierno.
Autor: Samaniego.