El documento critica la posición insostenible del imperio estadounidense y expresa preocupación por el futuro de la humanidad. Fidel Castro señala que nadie puede asegurar que el declive del imperio no arrastre a la catástrofe. Además, cuestiona las intenciones de Barack Obama al pronunciar un discurso sobre política exterior ese día y sugiere que el Pentágono y la CIA en realidad controlan los instrumentos fundamentales del poder imperial estadounidense. Finalmente, plantea preguntas sobre los problemas de violencia, desempleo y pobreza