Dos amigas están tomando un café cuando una se queja de que su madre la llama mucho y le pide que vaya a verla aunque siente que molesta su forma de ser. Su amiga le dice que ella habla mucho con su madre cuando está triste o necesita fortaleza. La primera amiga se avergüenza, pero la segunda dice que es igual, ya que visitaba a su madre en el cementerio porque murió, pero no lo hacía antes. Le aconseja aprovechar el tiempo con su madre mientras pueda porque extrañará su presencia cuando ya no esté.