En su oración, un niño le pide a Dios convertirse en el televisor de su casa para recibir más atención y cariño de su familia, ya que desea ser el centro de reunión de todos, ser escuchado sin interrupciones, y que sus padres y hermanos lo busquen para pasar tiempo a su lado como hacen con el televisor.

1. La oración de un pequeño

2. Un niño, meditando en su oración, concluyó:

3. Señor, esta noche quiero pedirte algo especial: Quiero convertirme en un televisor y ocupar su lugar. Me gustaría vivir lo que vive la tele de mi casa. Es decir: tener un cuarto especial para mí, y reunir a todos los miembros de mi familia a mi alrededor.

4. Quisiera ser tomado en serio cuando hablo, y convertirme en el centro de atención al que todos quieran es-cuchar sin interrumpir ni cuestionarle.

5. Quisiera sentir el cuidado especial que recibe la tele cuando algo no funciona...

6. y tener la compañía de mi papá cuando llega a casa, aunque esté cansado del trabajo...

7. y que mi mamá me busque cuando esté sola y aburri-da, en lugar de ignorarme... y que mis hermanos se peleen por estar conmigo...

8. Me gustaría poder divertirles a todos, aunque a veces no les diga nada. Quisiera vivir la sensación de que lo dejen todo por pasar unos momentos a mi lado.

9. Ya ves, Señor, que no te pido mucho. Sólo vivir lo que vive cualquier televisor