1. ¿Cómo se celebra en una parroquia católica la
pascua de resurrección?
La Pascua celebra la resurrección de Jesucristo al tercer día después de haber sido crucificado,
es la celebración más importante de la Iglesia Católica.
Con la Pascua finaliza la Semana Santa, días en los que se conmemora la crucifixión y muerte de
Jesús el Viernes Santo y se celebra su resurrección y aparición ante sus discípulos el Domingo de
Pascua.
Así inicia un periodo conocido como Tiempo Pascual, que dura cincuenta días, y que finaliza el
Domingo de Pentecostés. Según las Sagradas Escrituras, con la Pascua Dios da a los cristianos la
esperanza por la resurrección y por una nueva forma de vida, representada en el regreso de
Cristo de entre los muertos. En este día culmina la Cuaresma y, con ella comienzan los sucesos
de los últimos días de Cristo hasta su Ascensión.
La práctica litúrgica tradicional se inicia con la Vigilia de Pascua de Sábado Santo. En algunas
iglesias comienzan esta vigilia muy temprano en la mañana del domingo que concluye con la
Sagrada Eucaristía.
2. • Esta celebración compuesta por distintas partes, inicia con la bendición del fuego, donde encendemos el
Cirio Pascual y vamos en procesión, al interior de la iglesia que permanece a oscuras, avanzando hasta llegar
a colocar el Cirio en medio del presbítero o junto al ambón, donde se inciensa y tiene lugar el Pregón
Pascual.
• El Cirio, símbolo de la luz de Cristo, tiene una inscripción en forma de cruz, junto con las letras Alfa y Omega
y la fecha del año. Estas letras, primera y última del alfabeto griego, nos señala al Señor, como principio y fin
del tiempo y de la eternidad, y nos llena con fuerza nueva, en este año que vivimos.
• Se le incrusta en la cera del Cirio, cinco granos de incienso, aludiendo a las cinco llagas del Señor en la cruz.
Permanecerá encendido en todas las celebraciones de este tiempo Pascual.
• Durante el domingo se recitan los tres Nocturnos con dieciocho salmos del Oficio Dominical Ordinario. Esta
celebración está profundamente vinculada al sacramento del bautismo, pues se consideraba el momento
adecuado para que los conversos lo reciban. Ahora, además de poder celebrarse los bautizos, los fieles
pueden renovar sus votos bautismales. Incluso, de estar presente un obispo, el sacramento católico de la
confirmación también puede ser celebrado.