La oruga pasó sus primeros días comiendo manzanas, peras, ciruelas y otras frutas. Cada día comía más pero aún tenía hambre. Finalmente probó pasteles, quesos y otras golosinas menos saludables, lo que le provocó dolor de estómago. Después de comer naranjas se sintió mejor y creció hasta convertirse en una gran oruga gorda. Construyó una casa y se encerró durante dos semanas, tras lo cual emergió como una hermosa mariposa.