La revolución rusa de 1917 derrocó al régimen zarista en Rusia y estableció un nuevo gobierno bolchevique bajo Lenin entre febrero y octubre de 1917. El documento describe el período posterior a la abdicación del zar como confuso pero entusiasta, con el gobierno provisional asumiendo el poder mientras la revolución ganaba profundidad y la gente se politizaba. También habla de la dualidad de poder entre el gobierno provisional y los sóviets controlados por los bolcheviques, lo que llevó a Lenin y los bolchev
1. La revolución rusa
El término Revolución rusa agrupa todos los sucesos
que condujeron al derrocamiento del régimen zarista y
a la instauración preparada de otro, leninista, a
continuación, entre febrero y octubre de 1917. En gran
medida inducida por la Primera Guerra Mundial,1 la
Revolución rusa fue un acontecimiento decisivo y
fundador del "corto siglo XX"2 abierto por el estallido
del macro conflicto europeo en 1914 y cerrado en
1991 con la disolución de la Unión Soviética. Objeto de
simpatías y de inmensas esperanzas por unos (Jules
Romains la describió como "la gran luz en el Este" y
François Furet como "el encanto universal de
octubre"), también ha sido objeto de severas críticas,
de miedos y de odios viscerales.3 Sigue siendo uno de
los acontecimientos más estudiados y más
apasionadamente discutidos de la historia
contemporánea.
2. La dualidad de poderes
• El periodo posterior a la abdicación del zar fue a la vez confuso y entusiasta. El gobierno provisional
sucedió al zarismo rápidamente, mientras que la revolución ganaba profundidad y la masa de
trabajadores y campesinos se politizaba.
• Los sóviets, nacidos de la voluntad popular, no se atrevieron a contradecir de primeras al gobierno
provisional, pese a su inmovilidad y su actuación en la guerra.18 Sin embargo, el pequeño Partido
Bolchevique, liderado por Lenin, quien impuso una radicalización estratégica, se hizo portavoz del
creciente descontento general y se convirtió en depositario de las aspiraciones populares, mientras
que los partidos revolucionarios rivales se desacreditaban entre ellos, alimentando así el peligro
contrarrevolucionario.
• «El país más libre del mundo»[editar]
• La caída de la monarquía se sintió como una liberación sin precedentes. En Rusia se abrió un
periodo de intensa alegría popular y de fermentación revolucionaria. Un frenesí por hablar y
exponer las ideas propias se instaló en todos los estratos sociales. Las reuniones fueron diarias y los
oradores se sucedían de manera casi interminable. Se multiplicaron los desfiles y las
manifestaciones. Decenas de miles de cartas, con direcciones y peticiones se enviaban cada
semana desde todos los puntos del territorio para dar a conocer el apoyo, las quejas o las
reclamaciones del pueblo. Se dirigían principalmente al nuevo Gobierno provisional y al Sóviet de
Petrogrado.
• Más allá de las expectativas inmediatas, lo que dominaba era el rechazo a toda forma de autoridad,
lo que permitió a Lenin hablar de la Rusia de aquellos meses como «el país más libre del mundo»,
como describió Marc Ferro:
3. Situación de Rusia antes de la
revolución de 1905
• Previamente a 1917, el antiguo Imperio ruso se regía bajo un régimen
zarista, autocrático y represivo desde hacía tres siglos cuando, en 1613, se
instauró en el país la Dinastía Románov.
• La abolición de la servidumbre promulgada en 1861 por parte del zar
Alejandro II fue la primera muestra de las fisuras del antiguo sistema
feudal. Una vez liberados, los antiguos siervos se desplazaron a las
ciudades, convirtiéndose así en mano de obra industrial.
• A comienzos del siglo XX, el desarrollo de la industria rusa era cada vez
mayor, favoreciendo el crecimiento de las ciudades y una creciente
efervescencia cultural: el antiguo orden social se tambaleaba, agravando
las dificultades de los más pobres. Las industrias florecían y la creciente
clase obrera se aglutinaba principalmente en las ciudades, pero la
prosperidad del país no había representado beneficio alguno para la
mayoría de la población.
4. Las crisis repetitivas
• Los días de abril[editar]
• Artículo principal: Crisis de abril (1917)
• A pesar de la voluntad popular de poner fin a la guerra, la
participación en la Primera Guerra Mundial no varió. En
abril, la publicación de una nota secreta del gobierno a sus
aliados, diciendo que no pondrían en peligro los tratados
zaristas y que continuarían con la guerra, provocó la ira
entre los soldados y los trabajadores.24 Las
manifestaciones a favor y en contra del gobierno causaron
los primeros enfrentamientos armados de la revolución,
obligando a la renuncia del ministro de Relaciones
Exteriores, el historiador Pável Miliukov del KD. Los
socialistas moderados entraron a continuación en el
Gobierno, con el apoyo de la mayoría de los trabajadores
que creían que podrían ejercer presión para poner fin a la
guerra.