Una mujer de 55 años se suicidó lanzándose desde el balcón de su departamento debido a la profunda soledad que sentía. En una nota dejó escrito que no soportaba más estar sola sin recibir llamadas o visitas. Una vecina lamentó no haberse dado cuenta de su soledad y poder brindarle compañía. El documento reflexiona sobre lo común que es sentirse solo a pesar de vivir en compañía y ofrece la amistad de Jesús como solución a la soledad.