A través del arte, podemos aprender de las generaciones pasadas y sus experiencias a lo largo de los siglos, incluyendo los cánones de belleza y la composición. El arte nos permite experimentar el mundo de formas sensoriales como el aire, los olores y las vistas, y comprender que todo lo que nos rodea y nosotros mismos somos una obra de arte. Debemos agradecer a quienes nos han legado su arte y es nuestra responsabilidad conservarlo y transmitirlo a las generaciones futuras.