Una mujer compró latas de gaseosa y las guardó en el refrigerador. Tres días después, fue llevada de emergencia al hospital y murió de leptospirosis. La autopsia reveló que contrajo la enfermedad mortal al beber directamente de la lata infectada con orina seca de rata, que contenía sustancias tóxicas desconocidas para la mayoría de las personas.