Los Borgia fueron una familia poderosa e influyente en Italia durante el Renacimiento, pero también fueron muy criticados y acusados de crímenes. Lucrecia Borgia, una de sus figuras más emblemáticas, experimentó amor y dolor en sus matrimonios arreglados, especialmente con la muerte de su verdadero amor Alfonso. A pesar de la mala reputación de su familia, Lucrecia buscó consuelo en el amor platónico y logró construir una relación cariñosa con su último esposo antes de morir