Los recubrimientos comestibles para frutas y verduras están aumentando en popularidad debido a que los consumidores buscan alimentos que requieren menos preparación. Estos recubrimientos consisten en una capa delgada de material comestible que ayuda a conservar la frescura de los alimentos. Aunque inicialmente sólo diez empresas usaban estos recubrimientos en la década de 1980, ahora más de mil empresas los emplean, lo que demuestra su crecimiento espectacular.