2. LOS RESULTADOS
• EL producto interno bruto crece.
• El crecimiento se acelera
• El sector minero, motor
de la economía
mexicana, recupera su
papel histórico.
• La agricultura,
ganadería y silvicultura
también crecen.
3. • Las manufacturas progresan, aunque no
considerablemente.
• La producción agrícola es inferior en una mitad a
la de los productos de exportación.
• La crisis sacará a la luz su fragilidad.
4. • Los sectores que
progresan más son los
que tienen el capital
más concentrado y en
manos de extranjeros.
• El México Porfirista es un
país en el que los
desequilibrios crecen. Se
recupera el retraso
acumulado de la Nueva
España después de la
Independencia.
5. • El crecimiento económico porfirista encuentra su
origen en la integración de México al mercado
internacional de fines del siglo XIX.
• El comercio interior
progresa.
• La circulación monetaria
refleja una extensión
creciente.
• El comercio exterior revela
dinamismo de la economía
• Las exportaciones son
multiplicadas
considerablemente
• Las importaciones casi se
han triplicado.
6. • La parte relativa de textiles, productos alimenticios y
materias primas bajan.
• Sólo las importaciones de productos de consumo de
primera necesidad aumentan.
• Hay una degradación en la agricultura tradicional.
• México aparece como un país en plena transformación,
aunque existen desequilibrios con evoluciones
contradictorias.
7. UNA SOCIEDAD EN MOVIMIENTO
• La diversificación social
• El fuerte crecimiento económico acelera los
cambios sociales.
Disminuyen los
agricultores
Aumentan las
actividades
artesanales
Aumentan los
oficios
Aumentan los
comerciantes
Los transportes
no aumentan en
cifras relativas
México como
país de
modernización
preindustrial.
8. • Los grupos urbanos
Grandes
hacendados,
industriales y
banqueros.
Clases medias:
artesanos,
empleados y
técnicos.
Pequeños oficios precarios,
obreros de las nuevas
industrias.
9. • Los servicios no aumentan considerablemente.
• Los técnicos y profesiones conocen un notable
crecimiento.
• El comercio se limita al 1.1%
• Los puestos domésticos disminuyen.
• La primera consecuencia social de la expansión:
proliferación de los grupos de artesanos,
comerciantes y empleados.