Los sueños han sido considerados a través de los siglos como una forma de contacto con lo divino y de predecir el futuro. Soñar abre una puerta a la mente donde residen las esperanzas, deseos, miedos y recuerdos. Los sueños reflejan de manera fragmentada las experiencias y emociones del día, aunque su interpretación requiere conocer el contexto personal del soñante.