La libertad de un pueblo no se consigue con lágrimas, sino con sangre. San Martín luchó incansablemente por la independencia de Argentina, Chile y Perú del dominio español en las primeras décadas del siglo XIX, logrando la liberación de esos territorios a través de su liderazgo militar y visión estratégica. Sus máximas reflejan su compromiso con la justa causa de la emancipación de América del Sur y continúan inspirando el espíritu de libertad en la región.