Las ruinas de Machu Picchu muestran un rostro humano oculto en las formaciones de las montañas circundantes. Girar la imagen de las ruinas revela este rostro formado por la naturaleza, lo que demuestra las habilidades de los incas como escultores o su conexión espiritual con la tierra. Promocionar más las maravillas de Machu Picchu podría aumentar el turismo en Perú.