Este documento define el maltrato animal como acciones de crueldad y violencia contra animales de manera injustificada que causan gran rechazo social. Explica que el maltrato directo incluye la tortura y asesinato de animales, mientras que el maltrato indirecto es la negligencia en el cuidado básico de los animales como alimentación y atención veterinaria. Finalmente, argumenta que los animales merecen protección porque son seres vivos sensibles con el mismo derecho a vivir que los humanos.