El malware Corebot representa una amenaza cibernética compleja que utiliza diversos módulos y técnicas avanzadas para robar credenciales de usuarios, incluyendo la explotación de vulnerabilidades de día cero y ataques de hombre en el medio (MITM). Este software malicioso puede infectar sistemas a través de un dropper y emplea técnicas de ingeniería social para captar información sensible, además de actualizarse automáticamente. Su capacidad para infiltrarse en aplicaciones de escritorio y realizar inyecciones web lo convierte en una herramienta peligrosa para el robo de información bancaria.